Palabras sobre el duelo

Asimilar la partida de un ser amado implica un esfuerzo psíquico excepcional, que no solo convoca a quien lo está sufriendo, sino que también a quienes somos testigos de ese dolor.

........................................

Por Equipo Prevención de la Depresión, del CSME

El primer día de noviembre fue un día feriado. Feriado porque es un día en que no se trabaja, en que no se estudia, es un día para parar.

En ese día se conmemora a los que ya no están y se ofrece un tiempo para ser recordados. Tras la muerte de un ser querido, el mundo pierde su brillo y se vuelve desolado ante la partida, por lo que es necesario hacer un proceso que permita recuperar el sentido de la vida tras la pérdida. No obstante, ese proceso requiere de condiciones, de tiempos y de espacios para que se produzca, es lo que en psicología llamamos: trabajo de duelo.  

El dolor de la pérdida no se puede suponer ni imaginar ni juzgar; es un sentir propio a cada persona, por lo que sólo esa persona sabe cuánto duele.

El proceso de duelo es una reacción normal para poder sanar la herida que queda. Serán momentos de tristeza y rabia, emociones que no necesariamente quieren decir depresión o debilidad, sino que son signo del trabajo emocional que intenta traducir el dolor, en un recuerdo que eternice lo perdido.

Asimilar la partida de un ser amado, implica un esfuerzo psíquico excepcional, que no solo convoca a quien lo está sufriendo, sino que también a quienes somos testigos de ese dolor.

¿Cómo se puede seguir estudiando, pensando y produciendo si la muerte ha tocado a nuestra puerta?, ¿si el dolor ha inundado todo alrededor?, ¿si las culpas por lo que no se hizo o no se dijo abruman con insistencia? Se vuelve un camino difícil para tener que atravesarlo en soledad.

Es por eso que la universidad en cuanto comunidad, todos y todas quienes la conformamos, estamos implicados en acompañar a quienes estén en ese proceso de duelo, por tanto, también nos toca.

El duelo implicará generar homenajes simbólicos, actos que permitan la despedida. La pandemia no solo interrumpió la vida, sino que también la posibilidad de despedirse tras la muerte. En este punto, nos parece importante señalar, que el dolor no tiene tiempo y que lo sí importa, es honrar y despedirse. Cuando se esté preparado, cuando sea el momento, cuando se estime para cada uno y de modo muy personal. Visitar los lugares en común, tener un ritual en la fecha de aniversario, guardar una foto o hasta elegir una canción. 

Son actos que permiten decir que lo perdido sí existió, que tuvo lugar y que dejó una marca en alguien que vive hoy. Hay una canción que dice: “quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón”… porque cuando se piensa que ya no hay nada y que solo queda el dolor y la pérdida, siempre está el recuerdo de lo que se vivió".

Recordar, es más que tener a alguien en la memoria, significa “volver a pasar por el corazón”, como su palabra de origen en latin recordis lo dice. Es decir, cada vez que recordamos, lo hacemos con el cuerpo, con nuestras emociones, con el corazón y con la experiencia viva de haber amado a quien hoy ya no está. Es por eso entonces, que desde nuestro programa entendemos que el 1º de noviembre es un día que representa la importancia de recordar y de conmemorar, pero también, es un día para acompañar y sostener, sin dejar en soledad a quienes están en duelo, haciendo el difícil trabajo de reconstruir el mundo, ahora con quien ya no está. 


 Si quieres comentar, compartir opiniones, experiencias, canciones… escríbenos a prevenciondepresion@uc.cl

 Conoce más sobre el programa Prevención de la Depresión

 

 

 

Palabras sobre el duelo Palabras sobre el duelo Palabras sobre el duelo

Unidad de Salud Mental