Sentir y vivir tus emociones te hace estar mejor contigo mismo Tus emociones hablan, ¡escúchalas!
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Tu salud mental y bienestar requieren que seas consciente y cuidadoso con tu presente. A veces puede ocurrir que estas tan anclado en los recuerdos del pasado o tan proyectado en las expectativas del futuro, que dejas de vivir el presente. Es importante el pasado porque ahí están los aprendizajes y también es importante pensar en el futuro, porque ahí está lo que quieres hacer, tus proyectos y tu propósito de vida, pero ni el pasado ni el futuro deben ocultar tu presente.
El presente es lo realmente vivido, por lo cual es necesario estar consciente de lo que sientes y de lo que te ocurre. Se está presente realmente cuando compartes con otros, cuando sientes y percibes emociones y estímulos, cuando te abres al descubrimiento de nuevos aprendizajes y eres responsable de las decisiones que tomas día a día, esto escribirá la historia de tu vida. Cuidarse y cuidar a tus seres cercanos; vivir, compartir y propagar emociones que nos hagan bien, permitirte dar y recibir ternura, agradecer aquellas cosas buenas que nos ocurren todos los días, son actos que promueven nuestro bienestar y salud mental.
Es por eso, que resulta fundamental desarrollar la capacidad para identificar las emociones. En los tiempos actuales donde vivimos la vida muy aceleradamente y automáticamente, a veces es difícil detenernos a preguntarnos que nos estarán diciendo nuestras emociones y si no logramos reconocer y convivir conscientemente con éstas, podríamos presentar algunas dificultades que afectarán nuestra calidad de vida:
• Desconexión emocional: desarrollar conductas automatizadas, frías y poco empáticas con nosotros mismos y con nuestro entorno.
• Somatizaciones: el no reconocer las emociones y los conflictos, hace que los pongamos en nuestro cuerpo. Todas las emociones tienen una expresión y una representación corporal normal, pero cuando estás son inconscientes, intensas y permanentes, se pueden expresar como una somatización molesta, en cuadros como el colon irritable, jaquecas tensionales, contracturas musculares, etc.
• Variaciones y descontroles emocionales: Cuando estas emociones o cambios emocionales son intensos, inmanejables y/o duraderos, habitualmente nos provocan malestar a nosotros y/o a nuestro entorno afectivo; y pueden llevarnos a hacer cosas que no habríamos hecho estando tranquilos, esto se conoce como “actuaciones emocionales”.
Hay emociones que las personas habitualmente asocian con malos momentos que se han denominado emociones negativas: pena, rabia y angustia; y hay emociones que las personas asocian con situaciones buenas y agradables que son las denominadas emociones positivas: alegría, esperanza, gratitud, entre otras.
Para aumentar tu sensación de bienestar te sugerimos que promuevas las emociones positivas: vívelas, visibilízalas, valídalas, exprésalas, compártelas y contágialas; y recoge las emociones negativas: escúchalas, valídalas, trabájalas, reformúlalas y aprende de ellas.
Camina tranquilo, aprecia el paisaje y tómate la vida con calma para disfrutar de tus emociones