Por Antonieta Laporte M.

 

Adquirir herramientas de autoconocimiento y autoaceptación; recibir información adecuada y contar con espacios seguros para compartir con otras personas experiencias y emociones son algunas de las necesidades que, desde 2021, comenzaron a expresar distintos estudiantes UC, que acudían a la unidad de salud mental, de Salud y Bienestar Estudiantil de la DAE. 

 

A partir de ello, surgió el programa Acompañamiento a la Diversidad, cuyo objetivo principal es promover el desarrollo de una comunidad universitaria inclusiva, que favorezca estilos de convivencia protectores del bienestar y la salud mental del estudiantado UC: “Para que esto sea posible no sólo se requiere trabajar directamente con los/as estudiantes que se identifican dentro de la diversidad, sino con toda la comunidad universitaria, que es donde se materializan los entornos seguros y protectores de bienestar”, explica Pía Vallejo, psicóloga de Salud y Bienestar Estudiantil y coordinadora del programa.

 

Todo esto bajo una mirada afirmativa del principio de equidad y no discriminación, dignidad de todas las personas, acogida fraterna y diversidad, entendida como fuente de riqueza. 

 

En este contexto, el programa ofrece servicios de promoción y prevención, insertos en el modelo escalonado de salud mental, que brinda apoyos diferenciados, según la complejidad e intensidad del caso. Se realizan charlas abiertas sobre distintos temas relativos a diversidad -conceptos básicos, creación de entornos seguros, estereotipos, talleres grupales y consejerías individuales. 

 

A este último servicio recurrió Romina Arrepol este año, debido a conflictos familiares que surgieron desde que se reconoció como una persona pansexual. “Recurrí al programa buscando ayuda, debido al rechazo de mi madre por mi orientación. Inicialmente yo puedo entender su postura, debido a su crianza y desconocimiento, y quizás ponerme en su lugar, pero como todo tiene un límite, no pude seguir soportando las faltas de respeto de su parte. Esta situación me tenía muy agobiada y no sabía qué hacer al respecto”, cuenta la estudiante de Enfermería. 

 

Como señala Pía Vallejo, “las consejerías son realizadas por profesionales de salud mental con experiencia en temáticas de diversidad y género, y están orientadas a que los/as estudiantes puedan adquirir herramientas para resolver alguna dificultad específica con la vivencia de su propia orientación o identidad”. Ratificando este objetivo, Romina sostiene que Pía le entregó esa ayuda “para sobrellevar la situación de la forma más sana para mí y responsable afectivamente para mi madre. Si bien la atención se enfocaba en este tema, también hablamos sobre distintas situaciones que se relacionan con pertenecer a la comunidad LGBTIQ+”, detalla la joven.

 

 

En sintonía con lo que relata Romina, la coordinadora del programa sostiene que uno de los elementos que más valoran los/as estudiantes es “poder hablar sin restricciones, con naturalidad e información de aspectos de su vida sexo-afectiva, así como reconocer aquellos ámbitos de la vida que están bajo su control y cuáles no, y desde ahí trabajar en cómo relacionarse con lo que no pueden cambiar”. Pía también menciona la posibilidad de identificar creencias que limitan cómo esos/as estudiantes se vinculan con los demás, para “ir superando barreras en el desarrollo de su vida afectiva, que muchas veces son autoimpuestas”.

 

Como señala la profesional, la generación de confianza y entornos protectores de la salud mental solo es posible mediante el compromiso y la colaboración. Por ello, Acompañamiento a la Diversidad trabaja en conjunto con la Unidad de Prevención de la Violencia de Género, para coordinar acciones y supervisar casos específicos; con la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana, para vincular a estudiantes que solicitan acompañamiento espiritual, y con la Dirección de Inclusión, que acompaña a estudiantes trans en distintos procesos y ámbitos, por su integración plena en la vida universitaria. “Todo este acompañamiento se realiza desde una comunicación abierta, respetuosa y con mirada universal”, enfatiza Pía. 

 

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