La escopolamina, también conocida como hioscina o burundanga es una sustancia de origen natural que, en dosis bajas se utiliza para el tratamiento de mareos, pero que en dosis más altas puede producir efectos alucinógenos o estimulantes (ISP). Algunos de los síntomas de un cuadro de  intoxicación producto de su consumo, es la disminución de secreción glandular a nivel general, produciendo sequedad de piel y mucosas, sed, dificultad para deglutir y hablar, visión borrosa, debilidad del pulso y escalofríos, somnolencia y dificultad para recordar qué sucedió antes de consumir el componente.  

Para reconocerla, es importante saber que su forma se presenta habitualmente como un polvo blanco y en caso de ser consumida, posee un sabor amargo. 

Algunos de los mitos más escuchados sobre la escopolamina, es que ésta “es absorbida a través de la piel”, lo que es incorrecto, pues se absorbe principalmente por vía oral o inhalación. Otro mito que circula alrededor del consumo de la sustancia es que “se absorbe en segundos”, lo cual tampoco es del todo cierto, ya que los primeros síntomas aparecen alrededor de 10 minutos y el efecto completo luego de una hora. 

Desde salud y bienestar Estudiantil, te entregamos algunos consejos sobre cómo cuidarte de este componente: 

- No pierdas de vista ni compartas tu vaso. 

- No recibas sustancias que no conoces. 

- No recibas sustancias de personas desconocidas. 

- Si estuviste en contacto con una sustancia desconocida, lava la zona con abundante agua. 

- Si sientes mareos o dificultad para mantenerte de pie, pide ayuda a quien tengas cerca y busca un lugar seguro. 

- Si te encuentras cerca del campus, regresa y pide ayuda a los guardias, quienes activarán los protocolos de emergencia. 

- Si crees que puedes haber tenido contacto con esta sustancia, dirígete a un hospital o centro médico para prevenir una posible intoxicación.